martes, 7 de junio de 2011

Tras las elecciones...

El pasado 22 de mayo las elecciones municipales depararon un resultado inapelable y negativo para la candidatura del Partido Socialista que yo encabezaba.

Es muy probable que la intención que ya adelanté en la misma noche electoral, quizás por su falta de antecedentes en la ciudad, que no en Política – véase lo que hizo Joaquín Almunia la noche electoral del año 2.000, o lo que ayer hizo el Primer Ministro Sócrates en Portugal - haya sido la causante de un estado de opinión casi general que no responde a lo hechos. Lamento, en consecuencia, haber contribuido a ello.

Pero, la forma que siempre he tenido, y quiero seguir teniendo, de entender el ejercicio de la actividad política pasa por asumir la responsabilidad de ese mal resultado, en un mundo donde quizás lo más habitual sea dejar huérfanas a las derrotas. Yo no quiero hacer eso. Yo asumo la responsabilidad política de esa derrota electoral, como cabeza de lista de la candidatura.

Los ciudadanos han hablado claro, la pérdida de votos del Partido Socialista ha sido muy abultada – 800 votos, un 10% en porcentaje de voto -, y eso obliga a tomar medidas, precisamente, por el bien del Partido Socialista, y por el bien de todos aquellos que han confiando en nosotros en estas últimas elecciones y lo quieren seguir haciendo en el futuro.

Lo mejor para el partido, y lo mejor para sus votantes, es que el proyecto y la candidatura se renueve cuanto antes, para que los que continúen con el testigo de encabezarla en el futuro tengan tiempo por delante para trabajar y llegar a la próxima cita electoral en condiciones de ganarla.

Y eso pasa por mi salida y por ceder paso a otros. Es lo que toca ante una derrota como esta.

Hay otros ejemplos en el pasado donde las cosas se han hecho de otra manera, y, en todos esos casos, el partido que no aprovechó la derrota para renovar su proyecto pasó 8 años en la oposición. Yo pretendo que el Partido Socialista sólo pase 4 años en ese lugar. Es, pues, lo mejor para el partido, y es lo mejor para todos nuestros votantes.

Un partido político pertenece a sus votantes más que a sus militantes. Somos el instrumento de la ciudadanía progresista para transformar la realidad de acuerdo al interés general de la mayoría. No somos un fin en si mismo. Conviene no olvidar eso nunca. Y lo mejor para esos votantes, sin ninguna duda, y lo mejor, por ende, para los militantes, es que el gobierno vuelva a ser socialista, progresista, cuanto antes. Mejor en 4 años que en 8.

La consecuencia inmediata de la asunción de esa responsabilidad pasa por ceder el testigo a otros, por anunciar formalmente que no volveré a encabezar la candidatura a las próximas elecciones municipales, que no seré Portavoz del Grupo Municipal, y que renunciaré al acta de concejal en cuanto se produzca el traspaso ordenado de poderes tanto hacia el nuevo gobierno municipal, proceso en el que estamos, como hacia dentro en el grupo municipal.

Terminada esa tarea, que no tiene por qué llevar más allá del verano, cederé mi puesto en la Corporación municipal, dando por concluida mi etapa en la política local. Obviamente, colaboraré en todo lo que se me pida, tanto desde el partido como por parte de cualquier ciudadano, pero en un segundo plano, alejándome de la política activa en el ámbito municipal.

Siempre estaré a disposición de mi partido. Es mi partido el que me ha permitido encabezar tres veces la candidatura municipal, lo que a su vez ha hecho que pudiera tener el honor de ser Alcalde de mi ciudad durante 8 años. Y por eso le estaré eternamente agradecido.

A todos aquellos que se han acercado estas semanas, estos meses, todos estos años, a ensobrar, a hacer la cola, la merienda-cena de lo que debía ser una nueva victoria pero que se volvió derrota, a pegar carteles, a abrir la sede, a trabajar, en fin, desinteresadamente por los demás, a todos esos compañeros que han dedicado su tiempo y trabajo a la campaña, al partido, a poner su grano de arena para alcanzar una victoria que al final no llegó.

A todos aquellos que en estos años confiaron en mi para que los representara, para que encabezara la candidatura, que me han mostrado su apoyo y afecto hasta el último día.

A todos ellos, les digo que les debo todo y que no me olvido. Nunca podré devolverles lo que me han dado en todos estos años. Nunca lo olvidaré.

El Partido Socialista es mucho más grande que todos nosotros, nos precedió, y nos sobrevivirá. Volveremos a vivir noches de victoria, y noches de derrota, sin duda también. Estas son las reglas de la democracia, y siempre, siempre, hay que aceptar su veredicto y extraer las consecuencias obligadas de ello.

Es lo que he tratado de explicar.

Quiero agradecer a todos los ciudadanos de Monzón, a todos, a los que nos han votado y a los que no durante este tiempo, el inmenso honor de permitirme ser su Alcalde durante 8 años de mi vida y de la suya. No puedo tener ningún sentimiento de pesar ante la derrota, para mi es bastante, más que suficiente, que me hayan dejado ser su Alcalde durante todo ese tiempo. No puedo más que estarles profundamente agradecido. Espero haber correspondido a ese honor con mi trabajo y esfuerzo, es lo que he intentado hacer.

El tiempo dirá.